El cifrado de datos básicamente codifica la información para hacerla inutilizable, a menos que se tengan las claves virtuales para descifrarla. Es una técnica que se utiliza para enviar mensajes secretos desde el año 600 a.C., cuando los espartanos utilizaban una vara de madera llamada guadaña para descifrar las palabras inscritas en el cuero que se envolvía en la vara.